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Jornadas de Economía Social

La semana pasada participé en unas Jornadas sobre Economía Social organizadas por la Oficina de Cooperación y Voluntariado de la Universidad de A Coruña. Mi charla tiene el título, seguramente no muy acertado por mi parte, de «Cultura Libre». Lo que conté es más o menos lo siguiente.

Lo primero, fijar el marco de la discusión

Cada vez es más habitual escuchar términos como Democracia Económica, Economía/Empresa Social, Responsabilidad Social Corporativa o CopyLeft. Al escuchar en boca de alquien alguna de estas palabras debemos tomar dos precauciones.

  • La primera, es que tienden a usarse muy libremente y cada autor aplica una semántica distinta al mismo término, por lo que antes de continuar la discusión debemos ponernos de acuerdo en que concepto se encuentra bajo ese término
  • La segunda, es que desde mi punto de vista, no deben entenderse como objetivo a alcanzar si no como herramientas para algo mayor: el Desarrollo Humano Sostenible.

Dado que el concepto de Desarrollo también ha variado (y seguirá variando) a lo largo del tiempo, es importante definirlo. En mi caso cuando hablo de Desarrollo aplico la aproximación basada en capacidades de Amartya Sen. Saber como se entiende el Desarrollo nos ayudará a comprender que se entiende también por Economía Social.

Explica bien esto David de Ugarte en este vídeo [0:35 – 4:00], donde también se menciona que una de las patas básicas para el Desarrollo es la generación sostenible de riqueza a través del acceso y el éxito en los mercados. Y para ello debe empoderarse a las personas que trabajan en ello, invirtiendo en cultura, sanidad, tecnología, …

€ != Riqueza (pero importan)

Si bien como queda claro en el apartado anterior la obtención de euros, es distinta a la generación de riqueza, en general sin dinero tampoco se puede obtener riqueza. Por ello el segundo bloque de la charla se basa en explicar cuales son las actividades que generan mayor valor añadido.

La dinámica del iPod (gracias Andrés) consiste en darles dos tablas en blanco, una con las distintas fases del proceso de producción del iPod y otra con los países que intervienen en estas fases, para que los participantes rellenen los porcentajes que creen que ocupa cada parte. De este modo ellos mismos se fijan la imagen mental de que las actividades económicas de mayor valor añadido son aquellas ligadas al conocimiento.

Se puede llegar más alla en este razonamiento, incluso en los países empobrecidos cuya fuente de riqueza se asocia de forma tópica a actividades como la agricultura tradicional, los intangibles suponen el mayor porcentaje de fuente de riqueza

Es importante aclarar, que por conocimiento no entendemos sólo aquello que afecta a la alta tecnología sino que abarca a nuevas formas de organización y gestión o a incrementos de producción ligados al sector primario.

Modelos cerrados

Fijado el objetivo, el Desarollo Humano Sostenible. Fijado el como, generando Riqueza. Y asumiendo que la forma más factible de generar riqueza es mediante el conocimiento (y el empoderamiento personal) podemos contraponer los dos modelos existentes de organización y producción, el cerrado y el abierto (¿o libre?)

Para no entrar en el complicado debate de distinguir entre patentes, copyright y propiedad intelectual asumamos que podemos usarlos como sinónimos.

La premisa básica del modelo cerrado dice que «en ausencia de patentes, no habría incentivos para la innovación». Argumenta que dados los elevados costes que tiene la investigación y la innovación es necesario que el estado conceda patentes, es decir, un monopolio temporal para la explotación de una invención.

Destaco estado y monopolio. Monopolio, porque excepto en este caso, siempre se otorga a los monopolios cualidades negativas.

Y Estado, porque la propiedad intelectual no es algo que exista de por sí (un derecho natural podríamos decir) si no que es algo que la legislación concede porque entiende que es positivo para los ciudadanos (fomenta el desarrollo). Por supuesto tomamos como hipótesis que la legislación esta realizada de forma que se alinee con nuestro objetivo de busqueda del beneficio social.

Si bien los argumentos son claros, estos presentan problemas, el primero de ellos, es que si al principio deciamos que para fomentar la generación de riqueza había que invertir en cultura y tecnología, el coste de acceso se ve incrementado por el copyright y las patentes. Aún suponiendo que las patentes fueran necesarias para la innovación, si tomamos el caso del modelo cerrado por excelencia, la industria farmaceútica, encontramos numerosos casos, donde no existe beneficio social, por ejemplo en los altos costes de acceso a medicamentos para combatir el SIDA que hace que un 80% de la población mundial que los necesita no pueda comprarlos, cuando los genéricos equivalentes podrían llegar a costar 10 veces menos (el anticancerigeno Glivec cuesta 2000€ frente a su genérico que cuesta 150€)

Y aún siguiendo la suposición de que las patentes son necesarias, podemos encontrar muchos ejemplos de malas prácticas, siendo usadas como barrera de entrada nuevos competidores al mercado o como defensa ante otros.

Si nos cuestionamos la necesidad de las patentes es cuando entramos en un terreno más interesante, habitualmente se cifra en unos 900 millones la cantidad necesaria para sacar al mercado un nuevo medicamento. En el año 2006 Novartis facturo 2554 millones por el Glivec.

Modelos abiertos

A pesar de que hemos encontrado problemas en el modelo cerrado pudiera ser que fueran males necesarios por no existir otras alternativas mejores. Existen abundantes argumentaciones teóricas sobre la no necesidad de la propiedad intelectual tal y como la entendemos; pero lo mejor es fijarnos en ejemplos en los que se haya producido verdadera innovación en ausencia de patentes.

El más claro de ellos es el modelo del Software Libre. Queda para otro artículo el meterse a fondo en este punto.

Incluso en las farmaceúticas se ven movimientos en esa dirección. La misma Novartis que fabrica el Glivec, tiene una iniciativa en la que se comparten los datos de la diabetes tipo 2. Si hace esto no es por amor al arte, si no que no cuenta con los recursos necesarios para llegar a resultados por si misma, y liberándolos, conseguirá que otros «investiguen gratis» sin perder Novartis su posición de aventajada con respecto a sus competidores al ser quien mejor conoce esos datos y quien más trabaja en ellos.

En las transparencias hay algunos otros ejemplos que no eran los más apropiados a la hora de hablar de modelos abiertos, como por ejemplo el de grupos como radiohead que distribuyen su música de forma gratuita (pero no libre) o ejemplos de crowdfounding. A pesar de no ser correctos creo que es interesante mencionarlos porque nos dan pistas de los nuevos modelos que están emergiendo y que se aproximan cada vez más a ese mundo sin patentes que algunos deseamos y que van llegando a los medios más generalistas.

Sólo mencionar que en la presentación van los logos de las tres organizaciones en las que trabajo/colaboro sin las que seguramente no habría podido hacerla

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Dan Pink en la sorprendente ciencia de la motivación

Sergio me pasa un vídeo que da los puntos básicos sobre como debería ser una gestión empresarial moderna. Promoción horizontal, incentivos, gestión, productividad, … son temas de moda sobre los que espero seguir escribiendo pero las premisas básicas son fáciles de condensar:

Cuando las tareas a realizar involucran sólo habilidades mecánicas los incentivos económicos funcionan muy bien. A mayor recompensa mayor rendimiento.

Pero en general una vez alcanzado un incentivo económico razonable, un aumento de este en forma de recopensa no se traduce en un mayor rendimiento, si no que de hecho, en muchas ocasiones reduce la productividad.

La motivación extrínseca (como el dinero) sólo funciona para alcanzar cierto nivel de rendimiento, a partir de ese nivel la motivación intrínseca es más importante. Por tanto, los incentivos otorgados para incrementar el rendimiento deberían basarse en estas tres premisas

  • Autonomía: El impulso de dirigir nuestra propia vida. Mientras que la gestión tradicional funciona cuando lo que necesitas es conformismo, otorgar autonomía tiende a funcionar cuando lo que necesitas es autonomía.
  • Maestría: El deseo de ser mejor y mejor en algo que importa
  • Propósito: El deseo de hacer lo que hacemos al servicio de algo más grande que nosotros mismos

Libro: Jennifer Gobierno

Jennifer Gobierno es sobre todo una novela divertida, con momentos en los que llegas a reirte de verdad, lo que pasa muy pocas veces con un libro. Tiene un estilo muy satírico que me recuerda, salvando todas las distancias temáticas, al Wilt de Tom Sharpe. No voy a desgranar el argumento porque se puede leer en cualquier sitio, pero si que me gustaría compartir algunas de las asociaciones de ideas que hice mientras lo leia:

  • Realidad y ficción: Cuadro que el mismo fin de semana que terminé el libro entrevistaron en El Semanal, a Lloyd Blankfein, presidente de Goldman Sachs. Comparar ambas lecturas es fascinante, ya que no soy capaz de determinar que mundo es más fantástico, si el del libro o el del banquero.
  • Futuro: Frente al mundo monopolítico de Jennifer Gobierno tenemos la apuesta audaz de las indias, empresas que generan cohesión social, y es que, hoy en día, y lo dice alguien que está en una ONG, no hay nada más subversivo que crear una empresa que gane dinero (cuanto más mejor) de forma ética.
  • Análisis de redes: La parte en la que explican como se formaron las alianzas de empresas resulta interesante si la tratas de analizar teoricamente, conceptos como umbral de rebeldía, el uso de un producto no por su calidad si no por la cantidad de usuarios que tiene, quedan más claros viéndolos en ese contexto.

Por último un par de críticas al libro que me han gustado:

bolsa=caca

Hay ocasiones en las que no entiendo las posturas de algunas ong, movimientos sociales u otros colectivos que en general considero serios. Uno de ellos es la extraña relación que se tiene con las empresas, parece que las empresas son malas por el simple hecho de ser empresas. Parece que ganar dinero sea algo malo, sin discriminar si este es obtenido de forma ética.

Lo que me lleva a escribir esto son dos artículos, uno en vigoblog y otro de indarki, en consonancia con lo que yo opino, sobre cobrar por las bolsas de plástico en los supermercados. En el caso de la campaña bolsa-caca he tenido bastante esa sensación de argumentación poca sólida, mucho corazón y poca cabeza.

Para mi la crítica importante que no se está haciendo es si cobrar por las bolsas de plástico va a tener un efecto real de beneficio al medio ambiente o disminución del número de bolsas dispensadas. Dado el escaso precio de las bolsas sobre el total de la compra que se puede realizar la gente en general optará por la bolsa desechable. La bolsa pasará de ser un servicio de valor añadido a la compra en el supermercado a un producto más, que aumentará los beneficios de la empresa teniendo poco impacto en el cuidado del medioambiente.

A pesar de lo dicho, creo que este tipo de medidas son necesarias, pero si realmente se hicieran por conciencia ecológica habría que ir más alla, dedicando por ejemplo los beneficios derivados de las bolsas exclusivamente a medidas de ahorro energético, reciclaje o promoción de causas ambientalistas.

Cuantas grandes superficies van a cobrar por las bolsas pero a mantener los escaparates o todas las luces cuando tienen paredes de cristal encendidas toda la noche.