Y quiero explicar el porque.
Eficiencia, ancho de banda, ruido y banalidad
Tengo una cuenta en «La Red Social» desde hace años, pero empecé a usarlo activamente desde hace unos cinco meses. Iba a estar fuera de mi entorno mes y medio y quería saber que estaba pasando.
Desde entonces mis visitas a facebook se han convertido en un «mañana seguro que hay algo que no puedo perderme». Falso. En estos meses en Facebook apenas en dos o tres ocasiones leí algo, personal o profesional, de lo que no me hubiera enterado por otra vía o me hubiera parecido especialmente interesante. Hasta ahora sólo ha supuesto ruído.
Y si lo haces por los contactos, los mejores están en otros sitios.
Privacidad
Hace poco un meme recorría facebook, animando a pegar en su muro un mensaje prohibiendo a EEUU espiar nuestro perfil. Al poco uno de mis contactos escribía lo siguiente:
LE DOY PERMISO a cualquier persona, institución, agente, agencia o estructura gubernamental, incluyendo al Gobierno Federal de los Estados Unidos, al de Mordor y a los Lannister, para hacer lo que les salga del rabo con la mierda que pego en mi muro, pues considero que mi privacidad ya fue violada, desgarrada y tirada a la puta cuneta el mismo día en que decidí tener una cuenta de Facebook.
Quiero aprovechar para mandarle saludos a mis amigos que me están mirando y al agente de la CÍA que revisa las cuentas de Hotmail y mata a todos los niños desnutridos cuyas fotos no son reenviadas.
Pega esto en tu muro porque, si no, viene un enano y le cuenta a tu familia que te drogas…
Soberanía Digital y cuando el mañana es hoy
Así como algunos se preocupan de los tomates que consumen o de contribuír a un sistema usurero, algunos nos preocupamos de otras cosas.
El mundo de Facebook es el de Huxley. El de lo grande frente a lo pequeño, lo centralizado frente a lo distribuido, y no es el que yo quiero.
Por supuesto, sigo teniendo incoherencias, y hay otros servicios que me costará más cerrar, pero poco a poco. Los que querais seguir leyéndome tan sólo tenéis que añadir este blog a vuestro lector favorito.
PD1: Gracias a los asistentes a la comida de ayer, organizada mediante la tradicional lista de correo: Andrés, Pablo, Nacho, Adri y al resto, que aún estáis sin blog. Sólo tenéis que avisar cuando queráis uno.
PD2: No, no estoy preocupado por perder el contacto con gente. Lo contrario. A la gente de la que te preocupas no se la felicita por facebook. El esfuerzo será mayor, pero el resultado también.
Comentarios
Me ha encantado cómo lo has puesto en palabras, cosa que yo aún no he podido hacer! Bienvenido :)
Y lo que más me ha gustado es que ha sido una de las entradas que menos tiempo me ha costado escribir. Tenía las ideas claras sólo faltaba un pequeño empujón :)
Me ha gustado mucho el artículo. Llevo bastante tiempo pensando en darme de baja (casi desde que me di de alta), pero por unas cosas o por otras al final lo voy dejando…
A parte de todo lo que has comentado he de añadir un motivo más: la creciente sensación, que no sé muy bien cómo se las arreglan los de facebook para que sea así, de que todo internet se reduce a la red social y que si algo no aparece ahí, entonces no existe. Es decir, que el usuario medio lee el feed del facebook y cuando se encuentra sin novedades se pregunta ¿y ahora qué?
[…] blog. Lo que importa no son el número de comentarios o favoritos que consigues. Lo importante es qué te aporta lo que haces y cómo tu vida es mejor por […]